jueves, 13 de noviembre de 2008

El filo de la vida

Ella, gran pintora de ilusiones, se ha quedado sin luz; su alma se desvanece, se confunde con el humo de la ciudad.

Sus manos atrofiadas (tanto, que casi no pueden coger los pinceles) por no sentir el tacto, su tacto.

Su rostro desdibujado, atormentado por la ausencia.

Las pecas desteñidas, inundadas por el agua cristalina que se derrama desde sus ojos sin vida, fijos en el punto de fuga.

Su voz se disipa, parece un lejano murmullo, sombra de aquellos dias en que su vida contenia luz y cuando le preguntan siempre dice, en medio de un claro-oscuro, que está bien.

Sorda, pues todo lo que escucha es ruido estridente, coraza contra el dolor de las palabras certeras.

Ciega, ya que su mundo se ha teñido de negro.

Confidente y cercana pero al mismo tiempo pintada de colores fríos, se hiela en un rincón, muere poco a poco, no quiere seguir adelante...


Respira un aire lleno de alfileres punzantes, perforando sus sentimientos, su vida, cierra las puertas, ancla sus pies a las cadenas frías, metálicas, que se arrastran por el suelo...


Y mientras el mundo sigue con su vida ajetreada, ella afila sus lápices con un cutter.





3 comentarios:

SauloS dijo...

EL pasado...Ya paso.
El futuro...Aun esta por venir.
Presente.... ¿¿??

María Pérez dijo...

Me gusta Marita, me gusta...

. dijo...

A cada uno lo suyo...
Tiñosa :)