- y tú eres el bastardo de Ned Stark, ¿no? - el muchacho sintió un frío que lo atravesaba. Apretó los labios y no respondió -.
¿Te he ofendido? - continuó Lannister-. Lo siento. Los enanos no necesitamos tener tacto. Generaciones de bufones con tajes de colorines me dan derecho a vestir mal y a decir lo que me pase por la cabeza.- sonrió-. Pero eres el bastardo.
- Lord Stark es mi padre- admitió Jon, tenso.
- Sí- dijo al final Lannister después de examinar su rostro-. Se nota. Hay mas del norte en ti que en tus hermanos.
- Medio hermanos- lo corrigió Jon. El comentario del enano le había gustado, pero intentó que no se le notara.
- Permite que te dé un consejo, bastardo - siguió Lannister-. Nunca olvides lo que eres, porque, desde luego, el mundo no lo va a olvidar. Conviértelo en tu mejor arma, así nunca será tu punto débil. Úsalo como armadura y nadie podrá utilizarlo para herirte.
- Qué sabrás tú lo que seignifica ser un bastardo. - Jon no estaba de humor para aceptar consejos de nadie.
-Todos los enanos son bastardos a ojos de sus padres.
-Eres hijo legítimo; tu madre era la esposa del señor de Lannister.
- ¿De verdad? - sonrió el enano, sarcástico-. Pues díselo a él. Mi madre murió al darme a luz, y nunca ha estado muy seguro.
- Yo ni siquiera sé quién es mi madre- dijo Jon
- Sin duda una mujer. Como la mayoría de las madres.- Dedicó a Jon una sonrisa pesarosa-. Recuerda bien lo que te digo, chico. Todos los enanos pueden ser bastardos, pero no todos los bastardos son necesariamente enanos
Sin decir más, dió media vuelta y renqueó hacia el banquete, silbando una melodía. Cuando abrió la puerta, la luz derramó por el patio y proyecto su sombra contra el suelo. Y allí, durante un instante, Tyrion Lannister pareció alto como un rey.
Juego de tronos.Cancion de hielo y fuego I. George R.R. Martin